Resiliencia

ADVERSIDAD vs TRAUMA

Como ya hemos visto, para hablar de proceso resiliente es necesaria la presencia del trauma. ¿Esto qué quiere decir? Que no estamos hablando de dejar atrás situaciones difíciles, sin más. Estamos hablando de algo que va mucho más allá.

Partamos de lo más sencillo. ¿Qué entiende la Real Academia Española (RAE) por adversidad y trauma?

Adversidad: situación adversa, infortunio. O también: situación desgraciada en la que se encuentra alguien.

Trauma: lesión duradera producida por un agente mecánico, generalmente externo. Choque emocional que produce un daño duradero en el inconsciente. Emoción o impresión negativa, fuerte y duradera.

Vemos que, mientras que la adversidad es simplemente una situación adversa que nos afecta en mayor o menor grado, directa o indirectamente, el trauma nos lesiona durante un gran periodo de tiempo. Por lo tanto, lo que es seguro es que todos hemos pasado, pasamos o pasaremos por situaciones adversas, pero no todos tenemos por qué sufrir un trauma.

Decía Boris Cyrulnik, que para hablar de trauma, hay que haber estado muerto. Como veis, es justo este punto el que se ha venido desarrollando a lo largo de la sección "El camino de la superación". Si lo habéis estado leyendo, entenderéis perfectamente a qué se refiere Cyrulnik. Si no, os aconsejo que le echéis un vistazo ;)

Bien, como decía, Cyrulnik distingue perfectamente ambos términos. La muerte que supone el trauma para la persona que lo sufre, rememorando el hecho traumático una y otra vez. Sin poder escapar de él. Sin saber ya quién es. Ante la adversidad, ante las pruebas de la vida, por mucho que nos cueste, por mucho que suframos, nos mantenemos en el presente, seguimos siendo conscientes de quiénes somos, y logramos salir adelante. 

Desde ADDIMA (Asociación para la promoción y desarrollo de la resiliencia), nos dicen que: "Hay que tener en cuenta el componente subjetivo de la vivencia, que puede elevar a la categoría de trauma un suceso que cumple los criterios de prueba. Esto explicaría por qué en algunos casos, aunque no podamos definir la presencia de un acontecimiento traumático como tal, la vivencia del mismo cumple los criterios establecidos para hablar de trauma."


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EL COMIENZO DE TODO

Era un día más. Un 3 de Diciembre, allá por el 2010. Otro día cualquiera en la misma clase, en la Universidad. Tomando apuntes, escuchando al profesor que impartía "Educación Especial". De pronto hubo algo que llamó mi atención. "¿Resistencia? ¿Resilencia? ... por un demonio, ¿de qué habla? Resi... ¿qué?" Oh, RESILIENCIA.

Nos lo presentó como un tema que cada vez estaba más en auge, y con más repercusiones en el ámbito educativo. A día de hoy, difiero de tal afirmación. Al menos en España... pero este es otro tema. Bien, se trata pues de un concepto adaptado a las Ciencias Sociales, pues la resiliencia era definida como la propiedad que tienen determinados objetos: tras estar sometidos a una cierta tensión, son susceptibles de recuperar su estado inicial cuando aquélla desaparece. Como imaginaréis, partiendo de esta base se pretendió denominar bajo su sino a aquéllas personas que, estando sometidas a situaciones de tensión, consiguen salir indemnes y reforzadas.
Os facilito algunas definiciones, a fin de ayudaros a tener una perspectiva más clara del concepto:
- "Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas, e, inclusive, ser transformado por ellas." (Grotberg, 1995)
- "Proceso dinámico que tiene como resultado la adaptación positiva en contextos de gran adversidad." (Luthard, 2000)

¿Cómo se llega a ellas? ¿Cuál es el origen de esa adaptación a las Ciencias Sociales? En próximas entradas se abordarán estas cuestiones. Hasta entonces, esta primera toma de contacto debe ser suficiente para hacernos reflexionar. ¿Conocemos casos de personas que hayan sido capaces de superar experiencias traumáticas? ¿Famosos? ¿Cercanos? ¿Cómo lo lograron?

30 de Agosto 2012

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INICIOS

Recuerdo cuando comencé a buscar información sobre resiliencia. A buscar cositas para saciar mi interés y, sí, documentar mi Trabajo Final de Máster en Psicopedagogía, este mismo año. ¿Cómo surgió este concepto? ¿De dónde ha salido? Recuerdo haber leído en un curso genial de resiliencia aplicada gracias a ADDIMA, que en realidad no se trataba de descubrir algo nuevo, sino de saber que hubo alguien que se molestó en poner nombre a lo que ya existía :)
Bien, durante mucho tiempo, surgieron interrogantes destinados a entender cómo algunas personas lograban superar situaciones terribles o adversas, llegando a convertirlas, incluso, en algo positivo para su propio desarrollo. Este cambio en la situación del punto de atención es fundamental. Hasta ese momento, se mantenía el énfasis de las investigaciones que trataban de explicar resultados negativos, en las patologías, en las enfermedades y sus causas.
No era suficiente. Las predicciones de resultados negativos no se cumplían pese a la alta probabilidad de daño. ¿Por qué? Porque hasta entonces, no existía modelo teórico capaz de dar respuesta a los interrogantes que forman parte de la supervivencia humana como capacidad interna.

Es entonces cuando entra en escena la figura de Emmy Werner. Concluyó, en 1992, un estudio en el que tomó como muestra a un grupo de personas desde que nacían hasta que cumplían 40 años de edad. Esto permitió comprobar que parte de los niños conseguían alcanzar una exitosa vida pese a que los factores de riesgo les condenaban, a priori, a presentar problemas futuros. Eran niños cuyas madres eran adolescentes solteras, habían tenido un peso muy bajo al nacer, o pertenecían a un ambiente de gran pobreza, o a etnias discriminadas. Ante estos resultados, trató de encontrar un término en el que agrupar esta situación: "niños invulnerables" fue un ejemplo de dicha búsqueda terminológica.
Pretendía definir a aquellos a los que la adversidad no les afectaba. Sin embargo, la invulnerabilidad no tardó en ser sustituida, pues la propia autora se dio cuenta de que el término entrañaba cuestiones que no se adaptaban realmente a lo que pretendía definir: la invulnerabilidad implica un grado de resistencia absoluta al daño, en cualquier circunstancia de riesgo. Por ello, finalmente se concluyó que el término que mejor expresa la condición que poseen las personas que son capaces de desarrollar competencias pese a una crianza en situaciones adversas, era RESILIENCIA.

10  Septiembre 2012

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